Los masajes reductores tienen incidencia sobre el tejido conjuntivo, y además ayudan a una mejor irrigación y drenaje linfático e intravenoso. Gracias a la presión que se ejerce, se liberan las toxinas y las grasas de los tejidos, lo que facilita su eliminación. Para que sea efectivo el tratamiento de eliminación de celulitis, por ejemplo, dependiendo del grado de la misma y de las características del paciente, como mínimo debe acudirse cuatro o cinco veces para empezar a ver los resultados. Sin embargo, que hay que combinar estos masajes con dieta, ejercicio y cremas para que los resultados sean realmente notorios.
El masaje en sí es una suerte de "amasamiento" de estas zonas, para que poco a poco las grasas se movilicen. Tras varias sesiones (y con la ayuda de otras acciones, como anteriormente se ha dicho) se pueden llegar a perder de una a cuatro tallas. Además de todo esto, es decir, del componente estético, este tipo de masaje también contribuye al apaciguamiento del estrés y al relajamiento mental del paciente.
Muchas personas puede que se abstengan de estas técnicas porque piensan que son muy dolorosas; si bien es un poco cierto, puesto que trabajar sobre zonas con acumulaciones de grasa produce un poco de malestar, no es para nada inaguantable y si se llegan a producir moratones o lesiones es porque no se ha aplicado bien el masaje.