martes, 4 de mayo de 2010

Piel de Naranja


La celulitis es, sin dudas, la afección estética corporal más frecuente en las consultas de los gabinetes. Considerada por los médicos como “una alteración de las capas más profundas de la piel que se traduce en aumento de su espesor y consistencia, volviéndose rugosa, irregular, acolchada” hoy su tratamiento se presenta como una lucha dificilísima de ganar. ¡A no desesperar! Los profesionales idóneos pueden darle una batalla exitosa en cada estadío en que hace su indeseable aparición, con productos de última generación, modernas terapias, recomendando gym y una alimentación equilibrada.



Múltiples causas y aumento progresivo…

La famosa “piel de naranja” comienza a desarrollarse en la adolescencia como parte de los cambios hormonales que generan modificaciones sobre las estructuras del tejido graso y muscular dando lugar a los primeros síntomas de afecciones circulatorias. Además de estas causas la herencia genética, la mala alimentación, el sedentarismo, fumar, el stress, y los deportes de alto impacto constituyen factores responsables de su manifestación.

Alrededor de los 30 años, la enemiga más odiada por las mujeres hace su entrada triunfal. Los nódulos fibróticos que muestran principalmente muslos, cola, abdomen y caderas corresponden a los trastornos que se iniciaron en la pubertad y no fueron resueltos oportunamente.

Las células grasas se encapsulan impidiendo la irrigación correcta de la sangre y de los líquidos intercelulares, las piernas se vuelven pesadas y en los casos más agudos se edematizan e hinchan. Pero aquí no termina todo. Como si fuera poco, la piel se deshidrata

cada vez más perdiendo tono y elasticidad. Al tocarla presenta sutiles abultamientos que pueden ser, según su evolución hasta dolorosos, y al mirarla uno advierte con pena que la “maldíta” , hizo el arribo final. Su aparición no implica inconvenientes desde lo físico, aunque trae alteraciones psicológicas que llevan a modificaciones de la conducta social, produciendo ansiedad, inseguridad, complejos y depresión bajando la autoestima de los que la sufre.


 
Descifrar grados y tipos para derrotarla.

Elegir el tratamiento adecuado depende del diagnóstico acertado del estado de la afección. Existen cuatro grados de celulitis: 1) Leve, 2) moderada, 3) fuerte y 4) grave.

Si bien hay etapas de la vida en que irrumpe o se agudiza, como la pubertad, embarazo, o climaterio, lo cierto es que independientemente de sus características es una dolencia estética que aumenta de manera progresiva, inexorable, y que para tristeza de todos, no involuciona espontáneamente.

Luego de la evaluación estética, la única manera de luchar por obtener un final feliz es subordinarse a una alimentación pobre en grasas, practicar deportes de bajo impacto, someterse a un tratamiento cosmético y utilizar productos de apoyo domiciliario. La formulación de estos últimos deben contener Centella Asiática, Ginkgo Biloba, Cafeína. L-carnitina que actúan sobre los nudos fibróticos, evitan su formación y mejoran la circulación, lo que favorece la recuperación del estrato córneo y el aspecto de la piel.



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